NACE UNA ESTRELLA

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Hay sueños que se proyectan de a poco y en silencio. Muchas veces, son los que necesitan un tiempo para madurar. Pero cuando hay tierra fértil para seguir soñando, es difícil no encontrar el valor para dar los primeros pasos. Y cuando empezamos a caminar, la senda aparece más clara en el horizonte. En el caso de Hugo Martínez, el deseo siempre estuvo. Las ganas se convirtieron en una oportunidad y Hugo la abrazó con todas sus esperanzas. Tras horas de esfuerzo y esmero, el sueño hoy está cerca de ser una realidad. La escuelita de fútbol “Estrella del Norte” abrió su planilla de inscripciones y la próxima semana tendrá su primera clase en ‘La Chacra’.

En una de estas tardes ventosas de primavera, visitamos el predio de acceso Güemes. La familia Martínez transformó una parte de la chacra 58 en una cancha de fútbol, con un verde predominante, sus arcos y un quincho para refugiarse del sol. En este espacio, a partir del 27 de noviembre, chicos y chicas de Allen podrán aprender y divertirse jugando al fútbol. El profe los recibirá con ganas de compartir risas y transmitir valores, ayudando a que sean buenas personas primero y buenos jugadores después. Para darles la bienvenida, los primeros anotados tendrán una remerita de entrenamiento con los colores de “Estrella del Norte”.

“Esto arrancó hace 2 años, desde que tuvimos el primer contacto con la dueña del lugar y nos dio el sí para iniciar los trabajos. Había mucho para hacer. Creo que cualquiera que jugó al fútbol y lo mamó de tan chico, no está lejos de soñar con tener una escuelita. Yo empecé a jugar a los 6 años en Alto Valle y pasé cosas muy lindas jugando en el club”, resumió Hugo. “La gran expectativa es empezar a trabajar con chicos más chicos, como para inculcar valores y ser formador. A partir de los 4 años hasta los 11 o 12, que es cuando ya se pasa de la escuelita a lo que es la décima de un club. Muchos ahí apuestan a un club para seguir creciendo. No quita que si aparece alguien de esa edad, nos haremos el lugar para recibirlo”, expresó.

Las clases comenzarán a finales de noviembre y seguirán durante el verano, adaptando los horarios al clima y las necesidades de las familias. “Vamos a empezar el miércoles 27. Nos vamos a juntar para dar inicio a esto que me parecía tan lejano y ahora estamos por completar trámites para comenzar sin inconvenientes. Estoy muy contento, fue emocionante recibir los mensajes preguntando… Agradezco a los padres por confiar. Quiero que se sientan parte del lugar, que puedan esperar a los chicos o participar de la práctica, con unos mates o una charla”, anticipó el profe. De a poco, el predio suma comodidades para albergar a los interesados.

Por el momento no se cobrará una cuota mensual, sino que se pagará solamente el seguro de cada jugador o jugadora. “Cuando pongamos un valor, va a ser accesible. Sabemos que se hace difícil y tenemos que ceder para que cualquier chico que quiera hacer deporte, pueda estar”, enfatizó. También evalúa la posibilidad de sumar empresas o comercios que sean padrinos del proyecto y lo ayuden a crecer, ya sea becando a familias más humildes o aportando un granito de arena para ‘La Chacra’. La escuelita está sumando sus pequeños fundadores y los papás pueden consultar detalles al 0298 154648025. Habrá una reunión previa al inicio de actividades, para que puedan sacarse todas las dudas.

Durante la charla, Hugo repasó su carrera personal en el deporte. Ya no juega defendiendo los colores de ningún club, pero afirma sin dudar que su pilar fue su hermana Bristela. Ella lo apoyaba incondicionalmente en cada partido. “Mi gran compañera era ella, viajaba a todos lados, estaba para hacer empanadas, para las tortas fritas, para lavar la ropa, para prepararnos el sanguche para viajar… Eso me trae muy lindos recuerdos”, confiesa.

Lamentablemente, su hermana falleció y dejó un vacío irreparable. Sin embargo, parece ayudarlo de forma silenciosa, abriéndole camino ante las dificultades. En honor a Bristela, Hugo eligió el nombre de su proyecto. “Pensé en mi estrella. Siento que muchas de las cosas que me pasan y en las que avanzo y tengo fuerza, es por un ser que hoy ya no tengo pero sé que está con nosotros. Nosotros somos bien del Barrio Norte, desde la cuna, por eso el nombre Estrella del Norte”, comentó con lágrimas en sus ojos.

Antes de que nos ganara la emoción, renovamos los mates y pasamos a los agradecimientos. “Hubo gente que me ha dado una mano desde el principio, no quiero olvidarme de nadie pero fueron muchos. Una mano enorme. Y la familia que está todos los días bancando la ausencia en casa o un día completo acá trabajando, con una pala, un pincel, cortando el pasto. Sé que están y van a estar”, sintetizó. Para quienes aun no conozcan el lugar, pueden pasar cualquier tarde. El predio está en la Chacra 58, sobre acceso Güemes casi llegando a la calle Neuquén. Si sos de nacido y criado Allen, la referencia es la vieja casa de los Mancini, frente al galpón de Pollio.