LA PISTA ES IRREMPLAZABLE

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La pandemia cambió nuestra forma de entrenar y afectó a algunos deportes más a que a otros. En el caso de patín, las dificultades ponen a prueba a profes y patinadoras. Sin poder rodar ni encontrarse, es complejo vincularse en clases virtuales. Paola Zanellato, responsable de la escuela allense, se mostró preocupada por los efectos negativos del aislamiento.

En Allen, de 150 personas practicando, sólo un puñado sigue adelante con la modalidad virtual. Marzo encontró a la escuela en una pretemporada de preparación física y con las primeras horas de patín al aire libre. La suspensión de clases desequilibró toda la planificación. «Arrancamos bien online, con unas 12 chicas y chicos, pero en federados tengo 30-35 y no eran ni la mitad. Algunos después se dieron de baja. Hoy tengo 8 chicos por clase. No es lo mismo, ni cerca», confesó Paola. Trabajan con ejercicios de fuerza, elongación, resistencia, equilibrio e incluso con elementos que simulan el patín. Pero no es patinar.

«No tienen ganas de conectarse. Es complicado. No estamos patinando, hacemos ejercicios en el lugar. Trabajamos con sogas y colchonetas la elasticidad porque cambió el reglamento y esto implica que se hacen muchas cosas que uno ve en hielo. Ahora se necesita mucha elongación para trompos, posiciones específicas, giros. También les doy teoría, con lo nuevo hay mucho que aprender del reglamento y de estrategias para crear coreografías», resumió la profesora. «Además usamos unas tablitas que simulan como si tuvieran los patines puestos, podés girar, es muy difícil para practicarlo», agregó.

En diálogo con Bien de Allen, Paola manifestó su preocupación porque muchas chicas y chicos no están haciendo ninguna actividad física. «Te dicen que prefieren empezar cuando empecemos pero no va a ser pronto. Uno no quiere que pierdan flexibilidad, fuerza, elongación, equilibrio, lo aeróbico… este es un deporte muy complicado. Hay chicos parados desde marzo, es decepcionante«, se sinceró. «Estaría bueno que al menos salgan en bicicleta, a correr con quien puedan pero que se mantengan en estado. Se puede trabajar en casa en sus coreografías, ya tienen su música. Al menos para no quedarse tan atrás», señaló. «Con un mes sin hacer nada, necesitás entre 6 y 7 semanas para retomar. Es un dato interesante, ojalá se den cuenta de lo que están perdiendo«, sostuvo.

Por el momento, no se vislumbran fechas para volver al Polideportivo local. Se estima que las escuelas municipales serán las últimas en retomar actividades. «El ‘poli’ está para la emergencia de la pandemia. Y patinar al aire libre con estas temperaturas es imposible, evitamos enfermarnos. La Federación nos mandó protocolos y también son complicados. En la pista del ‘poli’ podríamos tener 4 chicos. Y son 150. Aparte con turnos de 45 minutos, no podríamos», explicó la profesora.

Las competencias y torneos están cancelados, lo que también desmotiva a las patinadoras más exigentes. La federación decidió acompañar con encuentros con psicólogos deportivos, para que se puedan expresar y contenerse mutuamente. «Se notan los bajones, los profes ya no sabemos qué hacer para que estén entretenidos y entusiasmados», sentenció Paola.