FÚTBOL FEMENINO: UNA CONQUISTA QUE ILUSIONA

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Nota de Carolina Magnalardo

El anuncio que hizo la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para profesionalizar la actividad femenina nos hace soñar con que en algún momento las mujeres tengamos los mismos derechos que los hombres en el deporte más popular de nuestro país. Este es un primer paso, importante, pero solo un primer paso. Si no se suman otras acciones con el mismo objetivo, podría quedar solo en un hecho aislado. Es la gran oportunidad de poner en valor el talento de las jugadoras en cada rincón de nuestra república y propiciar mejores escenarios para las próximas generaciones. Es una conquista que ilusiona y debemos convertirla en una realidad para todas.

A partir de esta decisión, cada club deberá tener ocho contratos profesionales, con una duración mínima de doce meses y máxima de cinco años. Para llevar a cabo esas contrataciones, que las instituciones tienen que realizar durante los próximos dos meses, la AFA les aportará 120 mil pesos por mes a los clubes de la Primera A. El sueldo básico para esas jugadoras será igual que el que cobran los futbolistas de la Primera C, es decir, 15 mil pesos. Sin dudas es un avance, aunque el monto que recibirán no sea el deseado. Claro que es más que antes, que era nada, pero sigue siendo poco.

Actualmente hay 16 equipos en la Primera A del fútbol argentino: Boca, River, UAI Urquiza (último campeón), San Lorenzo, Racing, UBA, Lanús, Huracán, Platense, Independiente, Villa San Carlos, Estudiantes de La Plata, El Porvenir, Excursionistas, Deportivo Morón y Atlanta.

En la B participan 22 equipos: Argentinos Juniors, Gimnasia de La Plata, Real Pilar, Banfield, SATSAID, Comunicaciones, Deportivo Español, Luján, All Boys, Lima Foot Ball Club, Puerto Nuevo, Almirante Brown, Ferro, Camioneros, Argentino de Rosario, Argentino de Quilmes, Atlas, Defensa y Justicia, Estudiantes de Caseros, Liniers, Deportivo Merlo y Deportivo Armenio. Entre la A y la B hay dos ascensos y dos descensos por temporada.

Si bien algunos clubes pagan viáticos o tienen jugadoras contratadas, son muy pocas las beneficiadas. En contraposición, son muchísimas las mujeres que combinan en su día a día los entrenamientos con el estudio y el trabajo, del que obtienen el dinero para comprarse la ropa para jugar o afrontar los gastos de trasladados para disputar cada partido.

La AFA también anunció la creación de la Copa Federal para reunir equipos de todo el país, un plan de asistencia médica para las jugadoras y la construcción de un centro de alto rendimiento en Buenos Aires. Sin dudas, ese es un espacio muy necesario aunque quedará pendiente ver cómo podrán utilizarlo las mujeres del resto del país. Además, la mujer que quiere probarse en algún club de Buenos Aires, debe afrontar los gastos de traslado y alojamiento, y cada vez son menos las búsquedas de jugadoras en el interior del país, a pesar de que hay muchas buenas deportistas en todas las provincias.

¿Alcanzan estos anuncios para que la profesionalización del fútbol femenino sea una realidad? No. Pero son un paso más en el largo camino que las mujeres recorren desde hace tantas décadas en cada rincón de la Argentina. Con perseverancia y talento estamos ganando un espacio muy importante y logrando que los demás comiencen a vernos y a escucharnos, derribando viejos paradigmas, llevando adelante una lucha diaria en la que necesitamos el acompañamiento de toda la sociedad. Por eso, urgen políticas públicas que propicien el desarrollo de la actividad de forma sostenida y desde temprana edad y también es fundamental la difusión de los medios de comunicación que ofrezcan una mirada distinta del preconcepto que algunos tienen respecto de una chica pateando una pelota. No nos olvidemos que muchas veces el primer escollo que deben sortear desde chicas es el de su propia familia que no quiere que jueguen.

Algunos aún se asombran al ver una chica jugando al fútbol, aunque la actividad tiene ya varias décadas de historia en nuestro país y mucho más en el resto del mundo. En 1971, Argentina jugó su primer Mundial amateur, en México (los Mundiales oficiales de la FIFA comenzaron a jugarse en 1991). A las jugadoras de aquel equipo se las conoce como “Las Pioneras” porque fueron las verdaderas precursoras de esta actividad a nivel nacional aunque pocas veces reciben el reconocimiento que merecen. En 1991 la AFA organizó su primer campeonato femenino con la participación de River (campeón), Boca, Independiente, Excursionistas, Yupanqui, Deportivo Español, Deportivo Laferrere y Sacachispas. Recién en 2016 se creó el campeonato de la B. Hasta hoy los campeonatos se los han repartido entre Boca (23), River (11), UAI Urquiza (4) y San Lorenzo (2). Los únicos equipos que participaron de todos los torneos son Boca y River.

Mientras miles y miles de mujeres sueñan con triunfar en el fútbol y vestir la albiceleste, la Selección Argentina se prepara para regresar a la máxima competencia global luego de 12 años, el próximo 7 de junio en el Mundial de Francia.