SIN GLUTEN, CON CONCIENCIA

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Escribe Paula González – Lic. en Nutrición

El 5 de mayo es el Día Internacional de la Enfermedad Celíaca, instituido con el fin de concientizar a la comunidad sobre esta patología y promover la búsqueda de soluciones para las personas afectadas. Es una enfermedad caracterizada por una intolerancia permanente al gluten, proteína que se encuentra en el TRIGO, AVENA, CEBADA Y CENTENO. La incorporación de gluten en la persona celíaca produce una lesión en el intestino delgado, que impide la normal absorción de nutrientes de los alimentos.

La enfermedad celíaca puede presentarse en cualquier momento de la vida, desde la niñez hasta la adultez avanzada. Hasta hace unos años se pensaba que era una enfermedad rara que ocurría fundamentalmente en niños, pero hoy se sabe que es mucho más común. Se estima que 1 de cada 100 personas es celíaca. Es más frecuente en mujeres y sus síntomas son muy variados.

¿Cuáles son los síntomas? Diarrea crónica, dolor y distención abdominal, constipación, anemia, adelgazamiento, retraso en el crecimiento, retraso puberal, anemia crónica, dermatitis herpetiforme, osteoporosis, fracturas, infertilidad, abortos repetidos, entre otros. Es de suma importancia la detección temprana y el tratamiento oportuno para evitar complicaciones secundarias de esta patología.

Una vez completado el diagnóstico, su tratamiento -el cuál debe mantenerse de por vida- es una dieta estricta de Alimentos Libres de Gluten (ALG) o libre de proteínas tóxicas. Estas proteínas son responsables del daño intestinal característico de la enfermedad celíaca y se encuentran presentes en los granos de trigo, avena, cebada y centeno. Si bien hay una gran cantidad de alimentos que por su composición son “libres de gluten”, éstos pueden contaminarse durante el proceso de industrialización. Por tal motivo, es recomendable que se consuman únicamente aquellos alimentos industrializados autorizados e incluidos en el Listado Integrado de Alimentos Libres de Gluten publicado por la ANMAT. También se puede consultar la guía de alimentos y medicamentos sin taac de la Asociación Celíaca Argentina.

¿Cómo identificar los alimentos? Se dividen en 3 grupos:

Entonces, ¿qué comer? En la alimentación de la persona celíaca deben incluirse alimentos de todos los grupos. En cuanto a los cereales, pueden ser granos de arroz y de maíz; harinas de mandioca, de papa, de soja y sus derivados envasados y de marcas permitidas, como así también pre-mezclas elaboradas con harinas permitidas. Se pueden comer verduras y frutas frescas o congeladas en su estado natural y aquellas envasadas que se encuentren dentro del listado de alimentos aptos para celíacos. Se puede consumir leche líquida de todas las marcas y leche en polvo, yogurt y quesos del listado de alimentos aptos.

Un celíaco puede comer carnes y huevos pero debe cuidarse con fiambres y embutidos. Consumir solo aquellos incluidos en alimentos permitidos. Puede usar aceites y grasas, manteca y crema de leche de todas las marcas. En cuanto a maníes, almendras, nueces y semillas, elegir aquellas con cáscara y/o envasadas. Se puede comer azúcar y miel pura de todas las marcas. Se recomienda consumir solamente dulces, golosinas, amasados de pastelería, bebidas gaseosas y galletitas del listado de alimentos aptos para celíacos. En condimentos se sugiere elegir hierbas frescas, pimienta en grano, azafrán en hebras o bien aquellos secos y envasados publicados en el listado de alimentos aptos.

Logo oficial para los alimentos libre de gluten del Ministerio de Salud.

Si somos deportistas con enfermedad celíaca, es importante contar con una dieta libre de gluten que acompañe nuestro rendimiento. Siempre y cuando esté supervisada por un profesional licenciado en nutrición, la misma no tendrá carencias ni repercusiones negativas. El plan de alimentación e hidratación siempre es individualizado, de acuerdo a gustos y a la práctica deportiva de la persona.

Es importante remarcar que muchos deportistas han decidido prescindir del gluten, sin ser celíacos, impulsados en dietas de modas o por una no justificada asociación con la mejora de su salud y del rendimiento. No existe soporte científico de base que lo sustente. Adoptar una dieta libre de gluten implica una dificultad de elaboración de una dieta apropiada, sin duda con un costo económico superior y quizás una alteración en el aporte nutricional. Por eso, siempre es importante consultar con un profesional nutricionista.

Lic. Paula González

Licenciada en Nutrición – Universidad del Salvador. MPRN 7884 – MPNqn 235 Se desempeña en la Fundación Médica de Río Negro y Neuquén (Cipolletti). Es docente en la cátedra de Nutrición y Dietoterapia de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad Nacional del Comahue. Además es miembro de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADyND) y miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI)